Si uno va al norte de la altiplanicie central de
México, se encuentra con el Bolsón de Mapimí, el mismo se establece en el
estado de Durango, limitando con los estados de Chihuahua y Coahuila.
Con 20.000 hectáreas, y con características de aridez
y vegetación propias del ecosistema del desierto de Chihuahua, en esta zona se
encuentra la Reserva de la Biosfera Mapimí en Coahuila. Mapimí es una de las
primeras áreas protegidas de Mexico, e incluso de Latinoamérica. El principal
objetivo por el que se llevó adelante este lugar, fue para realizar
investigaciones científicas que se relacionen con las actividades que les
interesan a los habitantes que allí viven. Además, estos estudios se
coordinaron con el cuidado de la naturaleza del lugar, logrando así la
protección y recuperación de una especie en peligro de extinción, la tortuga
del desierto.
En Mapimi, también, fue donde se construyó la primera
estación con instalaciones dedicadas exclusivamente a la investigación y
experimentación ecológica. Logrando la creación de establecimientos adaptados
para la formación de especialistas relacionados al campo de la ecología.
Una de las atracciones que esta reserva tiene para el
turismo, es el Cerro de la Bufa o del Indio, la misma debe su nombre a que su
formación es similar a la del perfil del rostro de un humano, en sus tierras
hay huellas de fósiles de conchas marinas y, hay un puente colgante, de una
longitud de 326 metros, que es una antigua construcción. Se ve en los
alrededores plantas de colores rojizos y una gran variedad de fauna.
Esta zona desértica está rodeada por montañas y
contiene elevadas temperaturas, con muy poca cantidad de lluvias anuales, su
suelo presenta propiedades biológicas, físicas y químicas, que lo hacen
diferente en cada una de las partes de la reserva. A lo alto es arenoso, en la
parte baja contiene grava y en el territorio de depresiones es arcilloso y
salino.
Es una reserva con mucha importancia para la
conservación e investigación en el ambiente, lo cual se lleva a cabo
monitoreando la biodiversidad del ecosistema, al mismo tiempo que se ayuda a la
población del lugar.
En este bolsón de Mapimí, fluyen muy pocos ríos, por
lo que en la cuenca de la reserva existe un sistema de drenaje proveniente de
la Laguna de las Palomas y la Laguna del Rey.
Hablar de la fauna de la reserva de Mapimí, es tener
que nombrar a la tortuga del Bolsón, además de la zorrita del desierto y la
lagartija de las dunas, especies categorizadas en riesgo y que están bajo la
protección del lugar. A ellas se suman las aves migratorias que utilizan el
área para su descanso, las cuales también tienen una protección especial.
Histórica y culturalmente, en la reserva hay vestigios
de la vida de los pobladores de años atrás, manifestaciones como pinturas
rupestres de los indígenas, áreas con fósiles, tallados con puntas de flecha, y
hasta ruinas de las colonias que allí se establecían. Entre sus atractivos
naturales, están las maravillosas estructuras cuya geología provocan formas que
difieren según la imaginación del visitante.
Equilibrio, continuidad de la ecología territorial,
mantención de las especie, protección ambiental, aprovechamiento sustentable, desarrollo
económico, todo esto es lo que caracteriza a la hermosa Reserva de Mapimí en Coahuila, un
lugar donde la naturaleza se mantiene tal y como debe ser.
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