3 dic 2012

Barranca de Urique



Cuando buscamos un lugar para conocer, para realizar alguna actividad diferente, o bien, sencillamente para descansar, es muy probable que busquemos entornos naturales que, de alguna manera, nos permitan escapar de la vertiginosidad diaria, propia de las grandes zonas urbanas. A la hora de realizar una elección, seguramente tenemos en cuenta qué tipo de entorno nos llama más la atención.

En este sentido, presentamos a Chihuahua, que es uno de los Estados mexicanos y se encuentra al Norte del país. Esta región se caracteriza por poseer múltiples paisajes. En su territorio hallamos las alturas de sus sierras y montañas, la extensión de sus llanuras, sus desiertos y mesetas. Si de alturas hablamos, las montañas que conforman La barranca de Urique, se constituyen como un espacio natural reconocido como uno de los complejos de barrancas más profundos de todo el mundo, pues el cañón se contrasta a la formación serrana, que tiene una altura que vacila entre los 8 mil y 13 mil metros sobre el nivel del mar. Se ubica en Barrancas de Cobre, en el Estado mexicano de Chihuahua, y constituye parte de la Sierra Tarahumara.

 Al norte limita con Bocoyna, al sur con Batopilas y Guachochi, al oeste con Guazapares y el estado de Sinaloa y al este con Batopilas y Guachochi. La Barranca de Urique es una cadena montañosa de gran extensión, ya que la forman unos 60 mil kilómetros de montañas, y está formada por el río que lleva su mismo nombre. En esa particular estructura geográfica, con alturas, relieves y accidentes, se caracterizan los precipicios, un gran atractivo turístico para cientos de personas que visitan esta zona. El clima en este sitio de la región, se destaca por ser húmedo y cálido –muy similar al tropical-  lo que propicia una exuberante e intensa vegetación, que le aporta al paisaje un majestuoso colorido. Se puede apreciar bosques que tienen diversas especies como pino, ciprés y pala brasil.

La Barranca, que nace de la unión de las barrancas del Cobre y Tararecua, es un sitio de gran convocatoria turística, no sólo de México sino también a nivel internacional. Desde allí se puede apreciar la inmensidad de la naturaleza, pues posee múltiples miradores para obtener la mejor vista panorámica. Entre los más visitados, mencionamos el Cerro del Gallego, Mesa de Arturo y El Divisadero. En épocas de otoño y de verano, la mixtura de colores que se divisan son propios de una postal.

Para llegar a este impactante rincón del mundo, se pueden contratar servicios turísticos, o bien, programar el viaje por nosotros mismos. Es muy común optar por el tradicional viaje en tren, que además, nos adentra en un entorno bello que se disfruta plenamente durante el recorrido. El Ferrocarril Chihuahua al Pacífico, se puede tomar en la ciudad de Chihuahua o en Los Mochis, Sinaloa. La cadena de cañones de la Barranca de cobre,  se encuentra atravesada por la ruta de este tren también conocido como "el Chepe". En el camino que va de Divisadero a Los Mochis, el tren nos sumerge hacia una aventura que nos asegura una experiencia verdaderamente inolvidable. Allí, en medio de esta particular y rústica geografía, se despiertan todos los sentidos y se nos eriza la piel al pasar junto a acantilados y profundos precipicios. El paisaje es único, mientras el tren cruza túneles, puentes e importantes ríos, nos vamos dando cuenta de la dimensión de estos recovecos que, para nada predecibles, nos sorprenden de manera permanente.

La Barranca de Urique tiene una profundidad de 1879 metros. Desde las alturas de puede apreciar este gran cañón ahondado, creación de las aguas del río y huella de su fuerza natural. En los miradores se puede tomar registro mental y fotográfico, de hecho, el arte de la fotografía resulta muy inspirado en lugares tan impactantes como éstos. Todas las sensaciones se producen de manera intensa, pues admirar esas formaciones, estar en presencia de algo tan hermoso y tan grande nos provoca las más íntimas emociones.

Si se quiere realizar el descenso, es necesario estar mental y físicamente preparado para iniciar una aventura que dura aproximadamente dos días. También es muy recomendable descender la barranca en los meses que abarca el invierno y la primavera, ya que luego, las temperaturas cálidas, se hacen realmente infernales en el fondo. En esta instancia se puede disfrutar del contacto inmediato con esa naturaleza atrapante y realizar para ello, actividades tan gratificantes como el campismo, o el recorrido a caballos. Para los más osados e inquietos, en el río Urique, se puede hacer turismo aventura y deportes acuáticos.

La naturaleza nos regala lugares increíbles, lugares que convocan a ser observados y que al observarlos, no se les puede quitar la vista de encima tan fácilmente. La majestuosidad e inmensidad de la Barranca de Urique, en la versátil Chihuahua, nos maravilla y nos enriquece. Se compone como un espacio para regresar, para explorar varias veces, inagotable, un espacio para generar buenos recuerdos.

B.Nocioni.

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