18 dic 2012

La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de Ciudad Juarez



Ya por todos es conocida la historia de la brutal colonización americana y de cómo las civilizaciones europeos llegaron al Nuevo Continente a expandir sus dominios mediante la subyugación de los pueblos originarios. Tal proceso consistió de varias etapas y aspectos,  pero se sustentó en dos grandes pilares: la acción militar y la evangelización de los habitantes de las tierras americanas.

Si tenemos en cuenta el segundo de ellos, comprenderemos la gran importancia que las misiones religiosas tenían para los europeos. Es que, para ellos, era esencial que los aborígenes adoptaran su ideología religiosa, un punto clave para poder colonizar el nuevo continente y para que dicho procedimiento se lleve adelante en forma pacífica. Es todo esto lo que hace más que interesante el aprender de las misiones de la época, muy especialmente de aquellas que se llevaron a cabo en regiones más problemáticas.

Tal es el caso de la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe en Ciudad Juárez, la cual se asentó en uno de los pasos estratégicos para los españoles del siglo 17. Fundada por Fray García de San Francisco entre los indios Mansos del Paso en 1659, esta misión creció hasta convertirse en una de las más importantes de toda la región, pero ello se debía no solo a sus tareas evangelizadoras, sino también a que su ubicación estratégica hacía que fuera una excelente parada para los viajeros, ya que allí se podía comer, reaprovisionarse y descansar.

Es importante mencionar el crecimiento que experimentó esta Misión en solo unos años. Es que, de ser un pequeño oratorio y un monasterio temporarios construidos con ramas, paja y barro pasó a tener su propia iglesia en tres años de existencia. Así, la llamada Iglesia de la Misión de Guadalupe fue inaugurada con mucha pompa y felicidad en el año 1662, día en el que se bautizaron alrededor de 100 nativos dentro de un marco absolutamente festivo.

Paradójicamente, este espacio (nacido con la idea de transmitir los valores religiosos de amor al prójimo y la paz) tuvo un lugar predominante durante la revolución de Pueblo, Nuevo Mexico, dado que miles de españoles escaparon para protegerse en la misión. Allí fueron recibidos por los nativos y recibieron comida y refugio. De este modo, tal punto cobró una importancia inusitada para los españoles.

Hoy en día es posible visitar las construcciones que quedan de tal Misión. Es que, pese a estar construida de adobe, la iglesia aun permanece en pie, con sus pórticos y ventanas en perfecto estado de conservación y hasta su decoración de neto corte arábigo. Asimismo, todos estos elementos artísticos se entrelazan con algunos elementos indígenas, especialmente en las serpientes talladas entre las vigas, en las puertas y en los lados de la capilla.

Todo esto es coronado con una escultura de bronce, una réplica de aquella que solía a estar en el centro de El Paso, la cual homenajea al fundador de la misión. De este modo, al encontrarla, los visitantes se enfrentan a una figura muy relevante en la colonización de México y en uno de los pilares en la construcción de iglesias en Ciudad Juárez.

Eliana Biava

0 comentarios:

Publicar un comentario